Trillizos en la Misma Aula: Una Experiencia Exitosa Para Nuestra Familia

Tener trillizos es una experiencia increíble, feliz y caóticamente hermosa. Como padres de trillizos, a menudo se nos presentan algunas preguntas que, muy probablemente, sólo compartimos con otras familias múltiples y una de ellas es si los niños deben compartir un salón de clases o no.

“Múltiples” es la palabra que se utiliza para describir a aquellos hermanos que nacieron al mismo tiempo: gemelos, trillizos, cuatrillizos o más. Estos son nuestros bebés durmiendo la siesta cuando tenían un mes.

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Lo que hemos aprendido en estos últimos 10 años es que no existe una respuesta única a esta pregunta. Aunque separar a los niños múltiples en la escuela ha sido la opción más popular históricamente, no existe la “mejor” manera de hacer las cosas, o una opción recomendada para que todos los padres múltiples puedan usar como guía. Cada quién necesita encontrar qué funciona mejor para su familia en un momento dado.

Cada niño necesita desarrollarse como una persona única e independiente, sin importar si nació junto con sus hermanos o no. Pero en el caso de los múltiples, ¿es necesario que vayan a la escuela por separado para lograrlo? Para nuestra familia, la respuesta es “No, no realmente”.

Qué considerar al decidir si sus múltiples van a ir a la escuela juntos o separados:

Cómo se sienten sus hijos al respecto.

Lo que los niños múltiples sienten y piensan acerca de estar juntos o separados debe ser escuchado y tomado en cuenta. Nuestros hijos siempre prefirieron estar juntos. Cuando les preguntamos por qué, cada uno de ellos respondió, coincidentemente, que les gustaba saber que sus hermanos están ahí si no se sienten bien, o tienen algún problema, o necesitan ayuda.

Como en general trabajan en diferentes grupos dentro de la misma clase, también disfrutan de tener el mismo horario de recreo, con lo que pueden hablar o jugar entre ellos si lo desean.

Cómo se sienten ustedes como padres al respecto.

Es importante que tengan en cuenta cuál es su propia percepción de cómo les va a sus hijos con el arreglo actual, sea que vayan juntos o separados. Como padres, ustedes ven y escuchan a sus hijos todos los días, y si sus hijos se parecen en algo a los nuestros, créanme que van a hablar mucho sobre la escuela en casa. En medio de esa ruidosa charla existe información importante acerca de cómo viven ellos estar juntos o separados y cómo se sienten ustedes como padres acerca de esa vivencia.

Lo que los maestros de sus hijos tienen que decir al respecto.

El tercer factor a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión de si enviar a sus hijos múltiples juntos o separados, es la devolución que los docentes puedan darles. Los maestros ven interactuar a los niños durante el horario escolar, saben cómo les está yendo a cada uno de ellos desde un punto de vista académico, y esto va más allá de las calificaciones: si los hermanos se interrumpen o no entre sí, o si uno o más están interfiriendo con el proceso de aprendizaje del resto, o no. Los maestros también pueden brindarles información valiosa desde un punto de vista social: si los niños se desenvuelven como individuos o actúan “en grupo”, si tienen interacciones normales y saludables con sus compañeros o si éstas se ven afectadas por la presencia de los hermanos en el aula.

Trabajando en clase con Mrs. Julie Ramsey, su maestra en Butterfield Elementary en Fayetteville, Arkansas. Gracias por las fotos, por ser parte de este artículo y, lo que es más importante, ¡por ser parte de la experiencia educativa de nuestros hijos!

¡Aquí algunos beneficios adicionales que encontramos al tener a nuestros niños compartiendo un salón de clases y es posible que deseen considerarlos también!

La logística en la escuela es más sencilla.

Conciertos, fiestas de clase, excursiones, actos escolares. Las reuniones de padres y maestros son más fáciles de organizar, recuerden tomar tantos turnos como niños estén en la clase de ese maestro para poder concentrarse en un niño por vez. No hay conflictos de calendario, no hay que correr de un aula a otra, no hay que acomodar horarios imposibles.  Para nosotros, que vayan juntos a la escuela se ha traducido en más tiempo de calidad con nuestros hijos, y más momentos agradables si uno puede olvidarse del estrés de la tarea imposible de tener que estar en tres lugares a la vez.

Los encuentros para jugar con amigos fuera de la escuela son más fáciles de organizar.

Y todos sus hijos se alegrarán con la visita del niño, todos se conocen y, a esta edad, son amigos de la mayoría de sus compañeros. Hay un nivel reducido de conflictos al turnarse para elegir a los amigos que vienen a casa o con los que nos juntamos para una actividad al aire libre. Si el niño que viene a jugar es más amigo de uno de sus hijos que de los otros, se puede intentar que ellos tengan un momento especial de juego uno a uno, mientras ustedes juegan con el resto de sus hijos para facilitar que esto suceda.

Si acaba de mudarse, ir juntos a clase podría ayudar a sus hijos a llevar mejor el hecho de ser “los nuevos”.  

Cuando nos mudamos a los Estados Unidos, nuestros hijos no sólo eran nuevos en un país, sino también en un idioma. Los tres pidieron estar en el mismo salón de clases, se sentían más seguros y fuertes estando juntos. Nosotros, como padres, entendíamos perfectamente la situación y las autoridades y docentes de la escuela trabajaron en conjunto para brindarles la mejor contención posible. Al principio estuvieron sentados en la misma mesa, y luego de algunas semanas ya cada uno estuvo en un grupo diferente y haciendo amigos por su cuenta. Los tres niños se adaptaron muy bien y fue una experiencia muy positiva.

En síntesis…

Tener niños múltiples en la misma clase o en aulas separadas debe ser una elección familiar basada en lo que funciona mejor para cada quién en un momento específico. Definitivamente, debe ser una opción abierta para ser revisada tantas veces como sea necesario.

Eliana Martinez Shapasnikoff
Eliana lives in Andover with her wife and their triplets. Originally from Argentina, she is happy to raise her kids experiencing different cultures from the places the family has lived in: Buenos Aires City, Maschwitz, Costa Rica, Arkansas, and ICT area since June 2019. So here she is, trying to keep it all together at home while working part-time as an IT Consultant, volunteering in her kid’s school, and cheering at recitals, races, and games. She also manages to steal time to do what she loves: running, riding her bike, building relationships, and writing about her adventures, feelings, and thoughts.