5 Lecciones que Nuestros Hijos Aprendieron de un Programa de Ahorros

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Cuando yo era niña, ayudaba a mi papá repartiendo fotografías en nuestro vecindario. Mi papá era fotógrafo paisajista, pero las fotos de cumpleaños de quince, casamientos y actos escolares eran las que posibilitaban su pasión artística. Fui creciendo, y del mismo modo lo hicieron los límites del vecindario y mis ingresos. Recuerdo la felicidad que sentí cuando pude comprar regalos de cumpleaños por primera vez sin tener que pedir ni dinero ni permiso. El mismo sentimiento estuvo presente cada vez que iba al cine y pagaba las entradas y golosinas para mí y mi hermanito; o cuando compré mi primera pelota de voleibol y mi primera – y única – raqueta de tenis. La lista de estos momentos fue lo suficientemente larga como para que me pareciera una muy buena idea continuar ayudando a mi papá durante mi adolescencia y primera juventud.

Siempre quise que mis hijos tuvieran como niños la experiencia de ganar su propio dinero y la posibilidad de decidir por sí mismos cuánto ahorrar, cuánto gastar y cuánto dar. Este verano, pandemia de por medio y con todos en casa la mayor parte del tiempo, nos pareció la oportunidad perfecta para materializar esta idea.

Nuestro Programa de Ahorros 

El programa fue muy simple: los niños podrían ganar dinero realizando tareas domésticas, siempre y cuando esas tareas no estuvieran incluidas ya en sus responsabilidades. Para eso, creamos juntos una planilla de cálculo que fuimos actualizando con las fechas, las descripciones de las tareas realizadas y el dinero ganado. Si alcanzaban la meta que acordamos entre todos, recibirían un 10% extra como premio. Sólo habían dos condiciones: no podían gastar todo lo que ganaran y necesitaban definir cuánto del total iban a donar.

Lecciones que los niños aprendieron

Lección # 1:  Dinero, trabajo y realización personal

Nuestros niños han aprendido en este tiempo sobre el valor del dinero, pero lo que es más importante, han aprendido sobre el valor del trabajo y lo orgulloso que uno puede sentirse luego de completar un trabajo, sin importar lo grande o pequeña que pueda ser la tarea. Ver sus caritas sonrientes y sus ojitos brillando mientras te muestran una mesa perfectamente servida con el almuerzo que ellos mismos cocinaron, no tiene precio.

Lección # 2: Valoración del esfuerzo

Nuestros hijos han aprendido a apreciar más el esfuerzo que implican las tareas diarias: después de haber ordenado el living se transformaron en los guardianes más feroces de que nada se dejara fuera de lugar! ¿No es genial y muy loco al mismo tiempo? Era como verme a mí misma, ¡pero en versión reducida y multiplicada!

Lección # 3: Compromiso y flexibilidad

Nuestros hijos han aprendido a comprometerse con una meta y, al mismo tiempo, a ser flexibles y a darse a sí mismos y a los demás el beneficio de la amabilidad cuando las cosas no salen como se planearon. Hemos tenido semanas con mucho tiempo al aire libre y por lo tanto con menos tareas disponibles, y semanas llenas de opciones para elegir. Hemos tenido semanas de mucho entusiasmo y semanas de desesperación: a los 10 años todos es muy intenso! Todas fueron buenas semanas.

Lección # 4: Autoconfianza

 A través de este programa, nuestros niños han aprendido a tener más confianza en sí mismos. Y nosotras aprendimos que son aún más capaces y están más dispuestos a ayudar de lo que pensábamos. Por ejemplo, descubrimos que muchas tareas que no habíamos incluido en la lista original por considerarlas dificiles, fueron traídas a la mesa por ellos e incluso propusieron formas creativas de cómo encararlas, muchas veces compartiendo la carga entre los tres.

Lección # 5:  Generosidad

Durante este tiempo, nuestros niños han aprendido mucho sobre las personas y las organizaciones que se dedican a hacer cosas por los demás. Creánme cuando les digo que hemos tenido las charlas más interesantes que puedan imaginar sobre la Sociedad Protectora de Animales en Kansas, que fue la organización que eligieron para donar parte de sus ganancias. Nunca les dijimos que debían elegir una organización o que debían elegir colectivamente, ¡pero eso fue lo que decidieron hacer! Creo que el hecho de que Kale, nuestro perrito, fuera adoptado de la Sociedad Protectora de Animales en Fayetteville, jugó un papel importante en esa decisión.

La opinión de los niños sobre el programa:

Teníamos curiosidad por saber qué pensaban nuestros niños sobre el programa, así que les preguntamos. Me gustaron tanto sus respuestas que no me pude resistir a compartirlas aquí:

“Es una forma creativa de utilizar tu tiempo en el verano en lugar de jugar videojuegos. Me gustó poder ganar dinero haciendo cosas y también aprender a limpiar la cocina o hacer la cena y muchas otras cosas. Quiero esperar hasta que algo me guste mucho y entonces voy a usar mi dinero para comprarlo”. -Nico

“Creo que es algo divertido para hacer. Si estás aburrido, es divertido. Lo que más me gustó fue poder hacer tareas al aire libre, como jardinería. Estoy pensando en comprar un dron o tal vez un hoverboard, pero todavía no me decido “ -Gaby

“Me gustó haber aprendido a lavar la ropa y a cortar el césped, no creo que hubiera aprendido eso sin el programa. También me gustó que ahora tengo dinero para comprar regalos y me voy a comprar un atril para practicar ukelele en casa ”- Sofi